Cuestión de matemáticas

Según la encuesta de economía americana que realiza periódicamente la CNBC (CNBC’s All-America Economic Survey) a mediados de 2012 en la mitad de cada hogar estadounidense se podía encontrar un dispositivo de Apple. Es decir, que más de 55 millones de hogares contaban con al menos un Mac, un iPhone, un iPad o un iPod, y uno de cada diez hogares que no tenía ningún dispositivo de la manzana, planeaba adquirir uno en los siguientes 12 meses.

El estudio señalaba que el hogar medio americano disponía de 1,6 productos de Apple.  Claro que en aquellos hogares de rentas más altas (ingresos de más de 75.000 dólares anuales) la media era de 3 productos, y en los de rentas más bajas (ingresos de menos de 30.000 dólares anuales) la media era de tan sólo 0,6 productos, aunque la mayoría de ellos planeaba comprar un producto en menos de 12 meses.

Precisamente el rango de los 12-13 es lo que tarda la compañía que dirige Tim Cook en comercializar un modelo nuevo de iPhone, según vemos en esta infografía elaborada por El Confidencial que refleja el número de días que pasaron entre un modelo de iPhone y el siguiente.

Es decir que más o menos cada usuario de Apple que quiere estar a la última se viene gastando entre 400 y 600 dólares al año (calculando una media de precio de los ocho modelos de terminales lanzados desde junio de 2007) en comprar los nuevos lanzamientos de Apple. Es decir, que si un usuario ha ido comprando todos los modelos de iPhone desde junio de 2007, hasta la fecha, con el lanzamiento del iPhone 6 Plus se habrá gastado hasta unos 5.500 dólares en iPhones.

Y es aquí donde entran en juego nuestras matemáticas para recomendaros una serie de opciones matemáticas para ahorrar en vuestras compras.

1)      Dividir por dos: una opción bastante difícil de cumplir, especialmente entre los fanáticos de la manzana, pero lógicamente si cambias de modelo cada dos generaciones, te hubieras ahorrado unos 2.750 dólares. Técnicamente es viable, ya que la tecnología no queda anticuada, otra cuestión es la estética, la moda o que las sucesivas actualizaciones de iOS ralentizaran demasiado el funcionamiento normal del terminal.

2)      Multiplicar por cinco: una opción más orientada para los amantes de los vaivenes de la bolsa, hubiera sido destinar esos primeros 600 dólares para comprar el iPhone 3G e invertirlos en acciones de la firma de Cupertino. No hubieras estado a la última en moda tecnológica llevando tu viejo zapatófono, pero comprando aquel junio de 2007 cinco acciones de Apple a 122 dólares te hubiera permitido venderlas a 650 dólares antes del split 7:1 de junio del año pasado que ya explicamos en el post de las paradojas bursátiles. Es decir, que de haber invertido en bolsa, además de los dividendos correspondientes por cada acción desde agosto de 2012 (unos 3,34 dólares), hubieras ganado 528 dólares netos por cada una de tus cinco acciones (2.640 dólares, casi la mitad de lo que se ha gastado el usuario que compró todos los modelos de iPhone).

3)      Restar hasta un 40%: se trata de una opción que tampoco es válida para tecnoadictos, pero a caballo entre la compra directa y la especulación bursátil, un usuario podría ahorrarse en torno a unos 3.000 dólares de haber apostado por la compra venta de terminales de segunda mano como los que ofrecemos en Manzanasusadas.com. Analicemos un posible ejemplo. Un usuario consiguió vender su iPhone 3G negro de 8 gigas por 105 euros. Si ahora decidiese comprar un iPhone 6 Plus Oro podría conseguir uno seminuevo por sólo 650 euros consiguiendo un notable ahorro. Por ejemplo, alguien que aún no haya entrado en el mundo Apple, podría conseguir un iPhone 4 libre por sólo 120 euros, es decir con un 40% de descuento sobre el precio medio del terminal en su lanzamiento en España en el otoño de 2010.